Que tal amigüitos?!?!?!?!?

Bueno aquí estamos con otro capitulo de mis viajes por el inmenso Japón.... y este fin de semana, el gran agraciado de tenerme como invitado ha sido, un bonito pueblo de, Shirakawa-go, y más concretamente el considerado patrimonio mundial de la Unesco, Ogimachi.
Este pueblo a los pies de las montañas es un claro ejemplo de la vida del Japón del siglo XII.

Estas casas construidas de la manera tradicional, se particularizaban por su techumbre, cerrado en un ángulo que recuerda el de las manos en oración, lo que le da nombre a las casas. Las Gasshô-zukuri, el nombre por el que se conocen, tenían esa característica construcción para aguantar el peso de las copiosas nieves que aislaban estos pueblos de montaña en los inviernos.

En este poblado todavía se pueden apreciar antiguas casas que a medida de los años han ido siendo reconstruidas, siempre de manera tradicional, y se puede respirar, el bucólico ambiente campestre que sin poder evitarlo evoca tan única ubicación.

Esta foto esta tomada desde lo alto de la montaña mas cercana al pueblo, donde años ha, estaba ubicado un pequeño castillo que dominaba el terreno. Desde aquí podemos ver algunas de esas casas, con el techo construido a base de múltiples capas de paja y ramas, entrelazadas entre si, y atados por cuerdas al vigamen.

Hoy en día, los habitantes de la aldea, viven y trabajan el campo, o se dedican a las manualidades para el comercio turístico, y es que si lo único que no es admirable, es la manera que, en hordas, los autocares llegan a la zona y desembarcan a cientos de turistas que quitan un poco de magia al ambiente.

A pesar de eso.... increíble...........